ESPARTACO

Ballet en tres actos. Libreto de Nikolaj Volkov, Música de Kachaturian y coreografía de Leonid Jacobson. Estrenada por el Ballet del Kirov (Mariinski) en 1956. 

En 1968, Grigirovich hizo una versión para el Bolshoi en la que hizo una reestructuración del libreto. Esta es la versión conocida en Europa occidental, que fue presentada en Londres en 1969.

La primera versión del libreto estaba extraído en parte de Plutarco y en parte de una novela homónima del siglo XIX de Raffaello Giovagnoli. Volkov adoptó la técnica del flash back, empezando con Espartaco crucificado, que recuerda los momentos mas importantes de su vida. 

Grigorovich, eliminó personajes, dejó como únicos protagonistas a Espartaco, Frigia, Craso y Egina, simplificó la escenografía (excesivamente recargada) y convenció a Kachaturian para que reelaborara su música, éste realizó un gran número de cortes y cambios importantes en la secuencia de los números musicales. Grigorovich organizó la trama en torno al tema de la rebelión, al destino heroico de Espartaco. 

I Acto

Se centra en la presentación de los cuatro protagonistas. 

El general romano Craso invade nuevos territorios y hace prisioneros. Entre ellos está el tracio Espartaco y su esposa, Frigia. Monólogo de Espartaco donde expresa su desesperación por haber perdido su libertad.  Son conducidos a Roma para ser vendidos. Son separados, mientras que él es enrolado en los gradiadores, su mujer formará parte del harén de concubinas de Craso. Monólogo de Frigia, vencida por el dolor. 

Durante una orgía en el palacio de Craso, éste exige un espectáculo. Dos gladiadores deben luchar hasta la muerte con cascos con las viseras cerradas, es decir, sin verse. Espartaco es el vencedor. Monólogo de Espartaco. Al verse obligado a matar a un compañero, su desesperación se convierte en ira y jura venganza. 

De vuelta en el cuartel de los gladiadores incita a sus compañeros a la rebelión. Hacen un juramento de lealtad y logran escapar. 

II Acto

En la vía Apia los pastores y el pueblo, animados por los seguidores de Espartaco, se unen a la sublevación y le nombran su líder. Monólogo de Espartaco. La idea del destino de Frigia le obsesiona. 

Espartaco se dirige al palacio de Craso y se reencuentra con su amada, pero la llegada de Egina con un grupo de patricios les obliga a esconderse. Monólogo de Egina. Su gran deseo es seducir y conquistar a  Craso para lograr entrar en la nobleza romana con todas las de la ley. La fiesta es interrumpida con la noticia de que Espartaco y sus seguidores tienen rodeada la casa, lo que provoca el pánico entre los invitados y huyen, incluídos Craso y Egina.

Monólogo de Espartaco. Felicidad por la victoria y esperanza de que el levantamiento tendrá éxito. 

Los hombres de Espartaco han hecho prisionero a Craso y quieren matarlo, pero Espartaco no lo permite y le reta a un combate, Craso lo acepta y es derrotado, Espartaco no le mata, le deja ir porque sabe que su deshonra es castigo suficiente. 

Bolshoi Ballet. Bessmertnova & Vladimirov. Adagio. 

III Acto

Craso, herido en su orgullo jura vengarse, animado por Egina, monólogo de Egina. Solo hay un camino, derrotar a los insurgentes, Craso convoca a sus legiones.  Egina, temerosa de que Craso no logre vencer, lo que sería su perdición, trama un plan para crear disensiones en el campamento de los sublevados y que traicionen a su líder. Mientras, en el campamento llega la noticia de que Craso está en marcha con un gran ejército, Espartaco decide luchar pero algunos de sus seguidores, asustados, le abandonan. Monólogo de Espartaco. 

Egina se infiltra entre los que han abandonado a Espartaco, acompañada de cortesanas y vino, lo que acaba debilitando a éstos y les incita a traicionar a su líder. Caen en la trampa y se los entrega a Craso. Monólogo de Craso. 

Las fuerzas de Espartaco son rodeadas por las legiones, Espartaco lucha hasta el final, los legionarios se acercan y le crucifican con sus lanzas. 

Requiem : Frigia recupera su cuerpo y llora inconsolable la pérdida de su amado, alza los brazos hacia el cielo y pide que su memoria dure para siempre...