martes, 22 de enero de 2013

Compañía Nacional de Danza en Alcobendas



ALCOBENDAS. 23 Febrero. Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas. 

La CND presenta un programa con cuatro piezas. Es un programa ecléctico que reúne piezas de estilos y orígenes muy distintos. Al fin de abrir puertas a un público mas amplio, que quiere disfrutar también del repertorio canónico, la CND está evolucionando hacia la concepción de espectáculos mixtos, en los que se combinan los lenguajes clásico y contemporáneo. 

"El espectáculo, que combinó clasicismo y vanguardia, arrancó fuertes aplausos y muchos bravos por su interpretación y su puesta en escena. Los bailarines reafirmaron sus grandes cualidades artísticas para con la danza y para superar cualquier reto coreógrafico. Su ejecución fue nítida, elegante, rigurosa, brillante". (Diari de Terrasa. La Compañía Nacional de Danza recibe las ovaciones del público. Mercé Boladeras. 18/12/2012). 



Holberg Suite


Coreografía de Tony Fabré.
Música de Edvard Grieg (Holberg Suite). Compositor noruego (1843-1907).
Estrenada por la CND 2 en el Teatro Albéniz el 25 de mayo de 2000. 

Coreografía para cuatro mujeres y cuatro hombres. 

Se trata de un montaje abstracto, sin hilo argumental, en el que las sensaciones mueven el cuerpo y lo sintonizan enérgicamente con la melodía. (1/07/2004. EFE).

El punto fuerte de la obra son sus duetos vibrantes (NYTimes. 14/07/2004).

Una obra equilibrada en cuanto al juego de simetría y asimetría, con momentos para solistas, dúos y conjunto, diferentes niveles de lectura, líneas de gestualidad enlazadas como las de Duato, simplicidad y complejidad... todo perfecto, bello y muy musical. (ABC. 11/07/2004. Pablo Melendez-Haddad). 

Elegancia y efectividad expresiva en la ejecución de Holberg Suite. (Núvol. 18/12/2012. Teresa Irribarren). 

Descamino de dos

Coreografía de Mattia Russo y Diego Tortelli.
Música de Clif Martínez.
Estrenada en julio de 2012 en el Certamen Internacional de Coreografía de Burgos-New York 2012 y por la CND en el Mercat de Les Flors (Barcelona) el 27 de octubre de 2012. 

Algunas veces no nos percatamos de la suerte que tenemos por todo lo que la vida nos ofrece. Hay personas a las que, con una simple mirada, comprendes, y entiendes el amor que por ti sienten, que están dispuestas a hacerlo todo por ti y que nunca te dejarán solo. Hay distancias, hay incomprensiones, pero lo que hay no se acaba y supera cualquier obstáculo que se le ponga delante.
Hay personas a las que perdonarías hasta el peor fallo, porque sin ellas tu vida no tendría sentido, porque caminar con ellos a tu lado, de la mano, es la mejor sensación que hay en el mundo, porque así nunca te vas a sentir solo.



Extraordinaria creación de inspiración urbana de los coreógrafos italianos Mattia Russo y Diego Tortelli.... Alucinante pieza de rabiosa contemporaneidad. (Núvol. 18/12/2012. Teresa Irribarren).


Tres Preludios

Coreografía de Ben Stevenson.
Música de Sergei Rachmaninov (Prelude in B minor, Opus 32, Prelude in F sharp minor, Opus 23, Prelude in A major, Opus 32)

Estreno absoluto por la CND el 15 de diciembre en Terrasa.

Ben Stevenson. (Portsmouth, Inglaterra. 4 abril 1936). Ex bailarín del Royal Ballet y el Ballet Nacional Inglés, co-director del Ballet Nacional de Washington (1971-74), director artístico del Ballet de Chicago (1974-75), Director artístico del Ballet de Houston (1976-2003) y director artístico del Ballet de Texas (desde 2003).

Tres Preludios fue galardonado con la Medalla de Oro de coreografía en el Concurso Internacional de Ballet de Varna (Bulgaria) en 1972. Está en el repertorio de muchas compañías a lo largo del mundo : American Ballet Theatre, Ballet de la Ópera de París, Ballet de La Scala de Milán, etc...

Sutil y romántico paso a dos. Se centra en los personajes de dos bailarines  que se enamoran mientras trabajan en un estudio de danza. Los tres movimientos despliegan gran velocidad e intensidad en paralelo a la pasión que crece entre los bailarines.



Seh Yun Kim y Joel Toledo







Sonatas. 

Coreografía de José Carlos Martínez
Música : Padre Antonio Soler (Sonatas nº 45 y 118) y Domenico Scarlatti (Sonatas nº 39,159, 208, 286).

Estreno mundial el 15 de diciembre en Terrasa.

La inspiración de Martínez a la hora de crear esta pieza parte de un profundo estudio previo de las partituras de Scarlatti y Soler. Como en una sonata, las frases coreográficas se transforman, se repiten y evolucionan al ritmo de la estructura musical. "Sonatas" se inspira en el paso a dos de Scarlatti incluido en la obra "Les enfants du Paradis", que él mismo creó para el Ballet de la Ópera de París. 

De matriz eminentemente clasicista, y con una concepción coreográfica coral, en la que los catorce bailarines mantienen una equidad interpretativa, la obra escenifica a la perfección este retour à la orden que se erige como nuevo bastión de la compañía. La sobriedad escénica, las líneas y figuras dentro del más puro academicismo y la cálida complicidad entre el cuerpo de intérpretes y el pianista José Luis Franco conforman un bello espectáculo. (Núvol. 18/12/2012. Teresa Irribarren).





domingo, 13 de enero de 2013

Las Sílfides (Chopiniana)


Ballet en un acto. Coreografía de M. Fokine y música de Chopin, orquestada por Glazunov. Estrenado en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo el 23 de febrero de 1907, con el nombre de Rêverie Romantique : Ballet sur le musique de Chopin o Chopiniana, junto con el ballet Eunice, basado en la obra Quo Vadis? de Sienkiewicz. Esta primera versión fue un ejercicio de taller para los alumnos de la Escuela Imperial de Ballet de San Petersburgo (actual Vaganova). 

Aproximadamente un año después, el 21 de marzo de 1908, en una gala benéfica, Fokine presentó una segunda versión de Chopiniana, con sustanciales cambios. 

Originalmente se tituló Chopiniana, porque estaba inspirado en cinco fragmentos para piano de Chopin : una polca, un nocturno, una mazurca, un vals y una tarantela. Se trataba de una serie de escenas dramáticas y de carácter. La Polonesa de apertura estaba interpretada por numerosas parejas que vestían trajes polacos, y el escenario era un salón de baile. En el siguiente fragmento, nocturno, se mostraba a Chopin al piano que intentaba componer entre las ruinas del monasterio de Valldemossa torturado por la visión de los monjes muertos, pero liberado finalmente de sus obsesiones por la musa, que le inspiraba y consolaba. Seguía la mazurca, donde se escenificaba una aburrida fiesta de bodas, interrumpida por el verdadero enamorado de la muchacha, que huía con él. A continuación tenía lugar el vals, que era un pas de deux en el que la bailarina vestía el tradicional tutú. La tarantela final creaba una animada escena napolitana en la atmósfera real del Vesubio. 

En la segunda versión, también estrenada en el Teatro Mariinsky, con intérpretes de la talla de Preobrajenska, Karsavina, Pavlova y Nijinsky, se incorporaron nuevos fragmentos musicales de Chopin orquestados por Maurice Keller. En esta versión se eliminaron algunas sutiles tramas y todas las danzas de carácter, recogiendo el espíritu de la coreografía del número basado en el Vals en Do sostenido menor. Todas el grupo de bailarinas, vestidas igual, con el largo tutú blanco, bailaban las diferentes piezas con un solo bailarín masculino (Nijinsky). 

La última versión y definitiva de Fokine se produjo en el contexto de la primera temporada en París de los Ballets Rusos de Diaghilev. El 2 de junio de 1909 se estrenó en el Châtelet rebautizado con el nombre de Las Sílfides, como homenaje a Filippo Taglioni y a su obra La Sílfide, el primero de los grandes ballets románticos. En esta versión, Benois fue el encargado de la escenografía y del vestuario, y para éste acudió a las viejas litografías de Chalon, Brandard y Bouvier, inspirándose en los trajes diseñados por Eugène Lami para Marie Taglioni en La Sílfide y para Carlotta Grisi en Giselle. Y concibió un escenario típicamente romántico, una iglesia ruinosa en un claro del bosque iluminada por la luna. Sus principales intérpretes fueron de nuevo Pavlova, Karsavina y Nijinsky, acompañados esta vez por Baldina. Las piezas fueron orquestadas por Liadov, Glazunov, Taneiev, Sokolov y Stravinsky. 

Litografía de John Brandard. Carlota Grissi como Giselle

Es un ballet que carece de argumento, una serie de cuadros coreográficos para un cuerpo de baile y cuatro solistas. En el que el cuerpo de baile no es un mero adorno, goza de una constante presencia a lo largo de la obra, incluso durante las pausas entre los números musicales, con silenciosos movimientos de reagrupamiento que propician la continuidad. Fue el primero que se atrevió a no ser nada mas que danza. Pero a pesar de no tener argumento, mantiene coherencia y unidad escénica a través de las románticas melodías que conducen inevitablemente hacia el baile y la exquisita coreografía.

Frente a la artificiosidad y fastuosidad de los ballets imperiales de Petipa, él creó una obra intimista, despojada de todo adorno, donde las emociones se expresan mediante el movimiento en perfecta armonía con la música. 


Mariinsky (Kirov) Ballet. Teatro Real de Madrid. 1999. Irina Jelonkina, Maya Dumchenko, Daria Pavlenko & Evgeni Ivanchenko.

Mikhail Barishnikov.